14:00pm 12 junio
Aterrizamos en el Aeropuerto del Kilimanjaro tras más de 12 horas de vuelo, aun cansados, nos sentíamos emocionados, pisando tierra Africana, observandolo todo a nuestro alrededor e impacientes de recoger nuestro equipaje y partir rumbo al hotel para descansar y recobrar fuerzas y empezar el trekking al día siguiente.
Nuestro primer contratiempo surgió al perderse uno de los petates que llevábamos con nuestro material de montaña, en una de las escalas, concretamente en Madrid - Roma se extravió. Fueron momentos de confusión, desánimo, sin el material era imposible ascender el Kilimanjaro. Aun habiendo tomado la precaución de mezclarlo en 2 petates, seguía faltándonos la mitad y como fuese en pocos dias tenía que aparecer si queríamos hacer cumbre sin problemas.
Hicimos todo el papeleo necesario para la reclamación de equipaje, con la ayuda y traducción de nuestros amigos los irlandeses y partimos rumbo al hotel los 4 con nuestro guia en un todoterreno que luego sería nuestro vehículo para el safari.
Nuestro hotel "keys hostel" era un hotelito sencillo situado a las afueras de la ciudad de Moshi,en una zona muy tranquila, rodeada de jardines y piscina, tras darnos una ducha y revisar el material que teníamos, decidimos dar una vuelta por los alrededores del hotel, para hacer unas fotografías y visitar algunas tiendecillas.
Buenas noticias! a media tarde nos llamaron desde España que tenían localizado nuestro equipaje y que en 24 horas nos llegaría allá donde estuviésemos. Ahora, sí! ya tranquilos decidimos celebrarlo con unas Kilimanjaro, que ricas estaban las cervezas! Los hermanos irlandeses John y Tara nos acompañaron con una agradable tertulia en nuestro particular spaninglis mientras cenábamos.
Y esa noche el sueño pronto hizo mella y caimos rendidos bajo las mosquiteras de esas peculiares camas Africanas.
